domingo, 27 de enero de 2013

PIMIENTOS VERDES RELLENOS O COMO NO OLVIDAR A MI ABUELA



Si en la anterior entrada os hablaba de uno de mis referentes tanto en la cocina como en la vida, hoy despues de mas de un mes, me toca hablaros de otro referente, que no es otro que mi abuela Lucre, la mujer de Pedro, el del lomo en manteca.
Como ya os conté , y si no os lo cuento ahora, me he criado pared con pared con mis abuelos.  Esto hacia que por el patio común, que une las dos casas, cada dos por tres y usando la ventana de mi cocina para colarse, mi casa se inundara de muchísimos y diversos  olores, que con el tiempo entraron ha formar parte de mi memoria gastronómica, asociado a cada uno de los platos de donde provenían.



Uno de los que mejor me acuerdo ya que posiblemente era de mis preferidos, eran estos pimientos verdes rellenos de carne picada y terminados en una salsa de champiñones, o dicho de otra manera, los pimientos de la Lucre. Estos pimientos podrían estar a la altura, en cuanto prestigio, al pollo al ajillo de Lucre , a las tortillas de patatas con pimiento y chorizo de la Lucre o a las sopas de tomate de la Lucre.

Como estas memorias gastronómicas  de vez en cuando pueden tener lagunas, yo me he propuesto que no, y aunque sencillo hoy os traigo este plato tal como ella lo hacia.

Pero sobre todo valga esta entrada para homenajear a una gran mujer en genio y temperamento, que cuya vida dio para ser parte de un libro y que desde luego no pasaba desapercibida, como se demostró este miércoles viendo la cantidad de gente que vino ha darle el ultimo adiós ya que se nos fue, a punto de cumplir los 97, al lado de su Pedro para seguir cocinando.
Bueno y como esto quiero que sea un homenaje y que no sea triste, sin mas preámbulos os regalo esta receta de parte de LUCRECIA.

INGREDIENTES


  • Para 18 pimientos verdes
  • 500 Gr. de carne picada. (mezcla cerdo ternera)
  • 1 Cebolla grande
  • 1 Puerro
  • 2 Dientes de ajo
  • Media pastilla de avecren
  • Un sobre de crema de champiñones

  • 2 hojas de laurel
  • Perejil
  • 2 huevos
  • Vino fino
  • AOVE, sal y pimienta



PASO A PASO




1- Lavamos y cortamos el rabillo del pimiento junto con la corona, para dejarlos preparados para el relleno.













 2-Rellenamos con la carne aliñada del día anterior. Realizaremos el aliño de la carne con media cebolla rallada, un buen manojo de perejil picado, dos huevos batidos, sal y pimienta












3- Freimos los pimientos y reservamos.
No uso pan rallado ya que el mismo huevo hace al contacto con el calor que el interior cuaje.













4- En una cacerola de tamaño suficiente para introducir los 18 pimientos, pochamos la media cebolla que nos sobro del aliño de la carne, el puerro y los dos dientes de ajo, utilizando aceite del que hemos usado friendo los pimientos.










5- Una vez pochado, le ponemos la media pastillita de avecrem, las dos hojas de laurel y una muy generosa cantidad de vino fino, subiendo el fuego para que se nos evapore el alcohol.











6-Mientras habremos hecho la crema de champiñones. Yo la he hecho muy sencilla en el microondas con el sobre, al principio diluido en 250 cl de agua y despues agregando agua hasta que he conseguido la fluidez que buscaba.
Cubrimos con la crema los pimientos y dejamos reducir la salsa muy lentamente a fuego suave.
Rectificamos de sal.







Aun reconociendo, a la vista esta, que no he tenido mi mejor día con las fotos, el resultado ha sido mejor de lo esperado. Digo mejor de lo esperado porque no era la primera vez que lo intentaba y se había convertido en una de esas recetas que se te resisten y no llegas a cogerle el punto tal y como la recordabas.
Por ese motivo me he traído a comer a mi Madre, hija de la artista y que tantas veces elaboro esta receta con ella, dándome una gran nota. Aunque el aprobado una vez mas me lo ha dado  mi hijo Álvaro, que el solo se ha cargado 5 pimientos.

Bueno pues lo dicho, vaya de homenaje  a mi abuela, que seguro que desde donde este hoy me ha echado una manita para que estos pimientos se parecieran tanto como se han parecido a los que ella hacia, y pareciera por los aromas, que estábamos hace ya unos pocos de años, jugando en el patio de mi casa y nervioso porque llegara la hora de comer.

Un beso lela.